«¿Cuándo iba a cambiarse esa situación de hondísimas penas, de tan grandes angustias para México? No lo sabemos, pero estábamos seguros de que concluiría todo aquello y de que un día, triunfante el partido nacional, elevado el pabellón tricolor a la altura en que lo colocaran nuestros héroes, el país marcharía por una ancha senda de prosperidad y de bienestar.»
Hilarión Frías y Soto
Hilarión Frías y Soto (1831-1905) De vuelta en Querétaro, sirvió como secretario de Gobernación del gobierno estatal. Durante la Guerra de Reforma y la Intervención francesa se alistó en el ejército y peleó por el partido liberal. Tras el triunfo de la República, volvió a la Ciudad de México como diputado, cargo que repitió varios periodos más. Fue miembro de varias asociaciones científicas y literarias. Publicó obras de distinto género, así como artículos políticos, históricos, críticos y literarios. Escribió en La Orquesta (1868), Boletín Republicano (1868), El Álbum Fotográfico (1868), El Monitor Republicano, El Diario del Hogar (1882-1886), El Pacto Federal (1885, del que fue director, junto con Aurelio Horta), La República (1885), El Siglo Diez y Nueve (1893-1896) y El Federalista (de Querétaro), entre otras publicaciones periódicas. Destacan sus obras tituladas Una gota de sangre, Hallar lo que no se busca, Una flor y un relámpago (drama), Vulcano (1882, escrita en 1861), Cuestión de Límites entre México y Guatemala (1883), El hijo del estado (1884), Juárez glorificado… y Refutación a […] F. Bulnes (1905). Sus textos, así como sus discursos en la tribuna, resultaban polémicos y en defensa de los ideales liberales. Hilarión Frías y Soto usó los seudónimos de Safir, El Portero del Liceo Hidalgo, §, Babolin, Belitre, Hilarión, Feva Irisarri (compartido con José María Rivera), Persio, XX. 2-6_Comentario _Miseria Público_ Hilarión Frías y Soto [Belitre], “Miseria pública”, en La Orquesta, t. iv, núm. 20 (3 de septiembre de 1868), p. 1-2.
Médico, novelista, periodista y político. Nació en la ciudad de Querétaro y murió en Tacubaya.. Estudió en los colegios de San Ignacio y San Javier, en su ciudad natal. Viajó a la Ciudad de México e ingresó en la Escuela Nacional de Medicina, de donde se graduó.
