«Pero dejando a un lado la «Boite á Fursy», que bien merece un artículo aparte, vuelvo a los «cabaretes», de los que ya insensiblemente me he ido apatando. Mas a fe que no se necesita andar mucho para dar con Seguir leyendo Desde París. Correspondencia de Carlos Díaz Dufoo. Exotismos parisienses. Los cabarets de Montmartre
«Y por eso cada calle tiene aspecto de plazuela en día de feria, por eso parece baratillo y se da el caso en que la gente decente, es decir decentemente vestida, se baje de la banqueta para no perder un Seguir leyendo Kinestoscopio. México andando
«La bicicleta es, además, un pretexto para enseñar a andar y a caer en las calles solitarias a las amigas que lo solicitan; y para librarse, en lo que cabe, de tomar trenes, crustáceos con ruedas, evitar los tumbos de Seguir leyendo Kinestoscopio. Velocípedos y bicicletistas
«Y la feria continúa cada vez más animada. Tacubaya es la ciudad de la sota, se juega allí hasta por intención del que da su limosna; por todas partes hay garitos, por doquier timbas; el dinero se evapora de las Seguir leyendo Charla de los Domingos
«El Chino se ríe cuando ella se pone celosa después de libar con abundancia y le promete a la primera cortarle la cara; pero el Chino, que es el mismo diablo, se pierde siempre que puede con quien le conviene, Seguir leyendo Kinestoscopio. El Chino
«La calavera que infundía pavor, la que cubrieron de siempre-vivas los románticos, la calva de espejuelos negros y de boca abierta, ha desaparecido de la Tierra.» Manuel Gutiérrez Nájera
«Entonces fue cuando apareció por primera vez en México el tipo popular llamado sucesivamente guarda, sereno y gendarme: tipo estoico porque él ha resistido siempre el calor, el frío, la menuda lluvia y los fuertes aguaceros; tipo sufrido porque él Seguir leyendo México viejo. El alumbrado
«Al fin se ha venido a caer en la cuenta de que el ser empleado no es un obstáculo para estar exento de necesidades, y que bien se puede por el día asistir a la sección tercera o cuarta de Seguir leyendo Charla del Día (Monólogo de un empleado)
«Pérez del corazón, Pérez del alma, por tu bien te lo digo, hijo mío, no te metas nunca a escribir odas, mira, Pérez de mis pecados, que lo haces muy mal… ¡pero muy mal.!» Carlos Díaz Dufoo
«Queda, pues, demostrado que el lépero existe en nuestra sociedad por una deficiencia de la educación, y que es a nuestra cultura y modo de vivir en México lo que el gitano a las razas civilizadas; que su distintivo característico Seguir leyendo Artículos Ligeros sobre Asuntos Trascendentales. El sombrero ancho