«Los educadores que ven esta crisis peligrosa han de sentirse horrorizados. La escuela lucha por destruir los gérmenes de la locura, de la imbecilidad y de la muerte, que amenzan con hacernos desaparecer en unas cuantas generaciones de niños enfermos; Seguir leyendo Apuntes. Asesinato de la patria futura. El alcohol en los niños. O no beber más o no engendrar más
«Parece como que la mano del Eterno, modelador de los mundos, asió esta tierra, la apretó, la martirizó, la estrujó y arrugó en un momento de ira, haciendo de ella un caos de valles y climas, de barrancos y grutas… Seguir leyendo Alpina. El estío del Helvetia. Recuerdos y paisajes
«Apenas vislumbrado el París intelectual que mi espíritu anhela, vuelvo a las menudencias de la vida toda mi atención: a despedir el coche de plaza, a ver por los sacos de mano, a arreglar las condiciones de nuestro breve hospedaje. Seguir leyendo El París de los sueños
«Es fácil comprenderlo; era tan tímido y callado, y de tal modo miraba a compañeros y superiores con sus ojos claros y tranquilos, al propio tiempo que su boca grande e imberbe sonreía, que se antojaba insolente su actitud, una Seguir leyendo Mosquita muerta
«Se llegó a saber en México que el japonés más ilustre fumaba opio, comía ratones y usaba trenza de brocado y del tubor de kaolín… Entre el John Chinaman más hediondo y degenerado y el emperador Taiko-Sama, no había para Seguir leyendo La mujer japonesa
«Una rama de huizache, una cueva de coyote, una tucera, un nido de ratas, una armada de patos, un túnel de polilla, una madriguera de conejos, una bolsa de gusanos de maguey, una lata de sardinas, están construidas para habitaciones, Seguir leyendo Semana Alegre. Las viviendas rentadas
«No, mira, yo te quiero mucho, te ayudaré en lo que pueda… pero créemelo, ta conozco el negocio, y no se admiten feas.» Federico Gamboa y Ángel de Campo
«Trabajó privadamente mientras la niña crecía, con la secreta ilusión de que ésta fuera una mujer privada también.» Federico Gamboa y Ángel de Campo
«El hombre fue creado para la máquina, como el ave para volar. Quien no cumple con este deber es castigado en la otra vida, obligándosele a montar una bicicleta desinflada, de las que desecha por malas el Padre Eterno, y Seguir leyendo Siluetas que Pasan. Un ciclista
«Y el Sagrado Corazón, madre, nada me respondía, pero yo sentía dentro cierto júbilo, algo que me indicaba que no estaba enojado conmigo, que él que arde en amor inmenso por los hombres, no podía indignarse porque yo quería a Seguir leyendo Cartas de Mujeres. La vocación