Francisco Zarco
Militar, orador, periodista, político, literato y funcionario público. Francisco Joaquín Zarco Mateos nació el 4 de diciembre de 1829, en Durango, hijo del coronel Joaquín Zarco y María Mateos. En 1830 su familia se mudó a la Ciudad de México, y una década después a Toluca, Estado de México.
En 1840 pronunció su primer discurso cívico conmemorativo, el 16 de septiembre. Es posible que a partir de 1842 estudiara dos años en el Colegio de Minas, donde comenzó su aprendizaje del idioma inglés. Se dice que tomó cursos de Derecho y Teología, pero fue esencialmente autodidacta; su erudición se aprecia en sus textos, junto con la influencia de los ideales liberales moderados de Luis de la Rosa, José Fernando Ramírez, José María Lafragua y José Joaquín de Herrera, entre otros.
Zarco aprendió inglés, francés e italiano, y diseñó un sistema taquigráfico propio. En 1844 ingresó a la sección de traducciones del Ministerio de Relaciones Exteriores, como protegido de Luis de la Rosa, un liberal moderado.
En 1847, con el gobierno mexicano instalado en Querétaro debido a la invasión estadounidense, fue nombrado oficial mayor interino del Ministerio de Relaciones, por el ministro universal Luis de la Rosa. Fue traductor y redactor de las actas del Consejo.
En 1848, cuando volvió a la Ciudad de México, se dedicó al periodismo político, al igual que a la redacción de artículos literarios, costumbristas y biográficos, en distintas publicaciones. La derrota frente a Estados Unidos confirmó a Zarco, como a otros de su generación, la idea de que el pasado novohispano resultaba un lastre –pese a ser parte de la idiosincrasia mexicana– que era necesario superar.
En agosto de 1850 fue suspendido su periódico El Demócrata, a causa de la falta de recursos y por haber publicado textos en contra del candidato oficialista Mariano Arista.
En 1851 fue nombrado presidente del Liceo Hidalgo y diputado suplente por el estado de Yucatán. El 5 de mayo de 1852 Zarco comenzó a publicar Las Cosquillas, publicación contraria al presidente Mariano Arista, por lo que fue perseguido y debió ocultarse.
En 1854 fue nuevamente electo diputado por Yucatán, pero su oposición a Antonio López de Santa Anna lo obligó a exiliarse en Nueva York, hasta el triunfo de la Revolución de Ayutla el año siguiente.
En 1856 resultó electo diputado al Congreso Extraordinario Constituyente por un distrito de Durango; en él, fue destacada su labor y sus crónicas de las sesiones se publicaron al día siguiente de las mismas. Sus textos se reunieron en la Historia del Congreso Extraordinario Constituyente de 1856-1857. Francisco Zarco también ostentaba los cargos de secretario provisional, miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores y secretario de la Comisión Redactora de la Carta Magna.
El 30 de julio de 1858 se ordenó la detención de Zarco, pero consiguió ocultarse. Publicó el Boletín Clandestino, al igual que el folleto Los asesinatos de Tacubaya, ambos de gran difusión, tanto en el país como en el extranjero. Promovió el gobierno juarista en Veracruz, junto con Miguel Lerdo de Tejada y Ramón Guzmán. Zarco fue capturado el 13 de mayo de 1860 y retenido hasta el 25 de diciembre del mismo año, cuando fue liberado tras la victoria del general Jesús González Ortega en Calpulalpan y la derrota del partido conservador.
En 1861 celebró la victoria de los ideales liberales, no de su partido ni de sus dirigentes. El presidente Benito Juárez lo nombró ministro de Gobernación, luego de Relaciones Exteriores y jefe del gabinete. Publicó una breve nueva etapa del periódico Las Cosquillas. Renunció a sus cargos para ocupar una curul en el Congreso y criticó la inactividad del gobierno juarista frente al crecimiento del sector liberal moderado.
Con la caída de Puebla en manos de los invasores franceses, Zarco dejó de publicar El Siglo Diez y Nueve el 30 de mayo de 1862, y decidió acompañar a Juárez en su retirada hacia el norte. Fue electo diputado y nombrado presidente de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.
Durante ese peregrinaje, continuó su labor periodística en defensa del liberalismo; fundó en San Luis Potosí La Independencia Mexicana, y, en Saltillo, Coahuila, La Acción. En 1864 una serie de editoriales de este último periódico fueron recopilados y publicados en Colima bajo el título de Comentarios del Tratado de Miramar y dificultades prácticas para la transformación monárquica de México.
En 1864, al término de su periodo como diputado, Zarco se exilió voluntariamente en Estados Unidos, donde creó el “Club Mexicano” y escribió en defensa de sus ideales de libertad y con el propósito de formar una opinión favorable al republicanismo mexicano en el extranjero, en diversos periódicos estadounidenses, mexicanos y sudamericanos.
Tras el triunfo de la República en 1867, Zarco volvió a México y fue electo diputado al Congreso por el Distrito Federal, participó en la Comisión de Asuntos Constitucionales y en la de Libertad de Prensa. Entonces, volvió a dirigir el periódico El Siglo Diez y Nueve.
En 1869 anunció la publicación de las sesiones de la Cámara de Diputados, para servir como historia parlamentaria, junto con su Historia del Congreso, si bien su último artículo fue del 11 de octubre. Falleció el 22 de diciembre y se decretó plasmar su nombre en el salón de sesiones del Congreso; al día siguiente fue sepultado en el Panteón de San Fernando, pero el público supo luego que ese féretro estaba vacío y que Zarco permaneció ocho meses insepulto, mientras era embalsamado.
El reconocimiento de Francisco Zarco como autor se debe esencialmente a sus artículos políticos y sus crónicas del Congreso Constituyente; sin embargo, fue un escritor prolífico y muy participativo en las distintas publicaciones de su tiempo. Sus textos costumbristas, revistas teatrales y juicios críticos sobre la sociedad mexicana aún no han sido reconocidos con suficiencia, y Zarco dejó en pausa este tipo de escritura en 1855, cuando se dedicó de lleno al periodismo político.
Escribió para El Álbum Mexicano (1849), El Demócrata (1850, fundador con Antonio Pérez Gallardo), La Ilustración Mexicana (1851-1855, el tomo V es suyo por completo), El Siglo Diez y Nueve (desde 1852 hasta su muerte; nombrado director en 1855 y en 1867), Boletín de Noticias (fundador), La Opinión Liberal, El Universal (1852), El Monitor Republicano (1852-1856), Las Cosquillas (1852, 1861-1863), Presente Amistoso Dedicado a las Señoritas Mexicanas (1851-1852), La Independencia Mexicana (de San Luis Potosí, 1863; fundador con José María Zamacona), La Acción (de Saltillo, 1864; fundador), The Herald (de Nueva York), El Mercurio (de Valparaíso), El Correo (de Santiago de Chile), La Nación (de Buenos Aires), El Pueblo (de Buenos Aires), La Reforma Pacífica (de Montevideo, Uruguay), El Comercio (de Lima), El Nacional (de Lima) y El Porvenir (de Perú).
Francisco Zarco usó, en distintas publicaciones, muy frecuentemente el seudónimo de Fortún, y también F., F. Z., Fray Heráclito (en conjunto con escritores de Las Cosquillas, de 1852), T. Lenghi y Fray Pellizco.